En el lejano siglo XVIII, un obispo, Juan de Necolalde, cumplió con el sueño acariciado anteriormente por otros pastores y levantó, sobre la base del seminario diocesano, la Universidad Pencopolitana, que existió en el antiguo Concepción entre 1724 y 1767. Pasaron muchos años, hasta que otro pastor, Alfredo Silva Santiago, en 1954, trajo a Concepción cursos que dieron origen a las escuelas de verano de la Pontificia Universidad Católica de Chile, antecedente inmediato, y que abrió el camino a la instalación, en 1971, de la sede Talcahuano de la casa de estudios capitalina. Con el paso de los años y los cambios que sufrió la sociedad y por ende la educación superior nacional, en 1991, el arzobispo de Concepción Antonio Moreno Casamitjana, decide crear sobre la base de la sede existente, una universidad diocesana, retomando la esencia de lo que fue la primera institución de educación superior, que funcionó en la zona centro-sur del país.
La Universidad Católica de la Santísima Concepción nace con el objetivo de colaborar, desde una visión doctrinal católica, a la formación que demandan miles de jóvenes de la región y del país. Fiel a los conceptos que entrega la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesia, la institución, en el proceso de formación académica, que entrega en cada una de sus facultades, institutos y departamentos, busca, a partir del diálogo de fe y razón, profundizar en el conocimiento de las ciencias y aproximarse de tal manera a la verdad absoluta, Dios.